5 de agosto de 2012

Soñando bajo los Picos de Europa


Existe un camino entre León y Asturias que atraviesa las profundidades de los Picos de Europa, un camino angosto bajo cimas de más de 2000 metros y senderos excavados en  la roca. Un camino que los entendidos denominan la garganta divina. Bienvenidos al desfiladero del Cares.
A lo largo de más de diez kilómetros se suceden numerosos puentes y estribaciones rocosas sobre el río. Figuras calizas imposibles con caídas de más de 100 metros que ponen a prueba la destreza del visitante. 
Tras los primeros pasos desnudos, llegan los túneles, pasajes húmedos y oscuros que desconciertan la vista. Luego, otra vez ventanales de agua y luz entre las rocas. El camino se dibuja imperfecto en la mirada. No hay tregua, llega el puente de los Rebecos y el abismo se hace realidad,  abajo el río Cares ruge con fuerza.
Pero aún quedan sorpresas por descubrir, las cascadas se precipitan desde alturas imposibles anunciando la llegada de la civilización, a un extremo aguarda Caín, al otro Poncebos. Visitar ambos pueblos con las luces del alba es una experiencia reservada para románticos.
Cada momento constituye una experiencia diferente, una sensación única que enfrenta al hombre con sus propios miedos. Sólo silencio, todo espectáculo. Imposible no soñar.
Foto de Javier Serrada.


23 de junio de 2012

En un lugar de Ucrania...


En un lugar de Ucrania se confunden este fin de semana las pasiones y las esperanzas. Un lugar donde se personificaron durante la Guerra Fría los totalitarismos y donde hoy, soplan vientos patrióticos. Decir Donetsh, ahora, es pensar en fútbol.
Rodeada de bosques, colinas y ríos se despereza una ciudad de poco más de un millón de habitantes. Prominentemente agrícola y profundamente soviética, Donetsh mantiene su identidad política. Es la ciudad que renunció al cambio.
Por sus venas discurre la historia de un enclave convertido en gueto durante la tragedia nazi. Y como otras ciudades vecinas, trata de sacudirse el pasado abriendo sus puertas a la industrialización. La minería y la metalurgia son los principales sectores productivos, pero no los más influyentes, ese papel queda reservado al espectáculo.
Donetsh se ha convertido en un gran centro deportivo. Desde la Copa Davis hasta la UEFA, pasando por la Champions League y la Eurocopa, todos los esfuerzos se han concentrado en la representación del deporte como símbolo del éxito. Una figura que tiene nombre propio, Dombass Arena.  Diseñado para disputar partidos de élite, tras su inauguración  en 2009, se convirtió en el primer estadio de Europa del Este.
Dombass será la sede durante la Eurocopa de dos partidos clave. Decir Dombass, ahora es pensar en España.
Aupa Roja
Archivo: Donbass Arena 12.jpg

3 de junio de 2012

Algo más que Venecia...

Con sus 7000 habitantes y a escasos 20 minutos de Venecia, Burano es la isla más pintoresca de la región del Venetto.Dibujada con casas de colores, la isla es famosa por sus encajes del hilo.Su nombre deriva de la palabra Boreana, por uno de los vientos que azota la isla denominado la bora y es el complemento perfecto para todos aquellos que decidan visitar Venecia, porque su sensibilidad y delicada belleza es irrepetible. Como una imagen vale más que mil palabras a continuación os presento unas imágenes de Burano para que os animéis a visitarla.




20 de mayo de 2012

Mirar al futuro con ojos de esperanza

Moderna, cosmopolita y racial. Berlín es la capital de la cultura, el arte y la ciencia, pero sobre todo, es el legado vivo de la grandeza de un imperio.
Capital en el siglo XVIII de Prusia, centro neurálgico del Imperio Germano en el XIX y referente de la República de Weimar en la última centuria, Berlín es la ciudad que se ha reinventado a sí misma.
Situada al este de Alemania, a unos escasos 60 km de Polonia., la ciudad destaca por su topografía plana, no en vano se integra en  la llanura del norte de Europa, que se extiende desde Francia hasta Rusia. A lo largo de esta enorme estribación destacan como puntos álgidos las elevaciones de Mugelbergge y Teufelsberg. En realidad ésta última se erige, con sus 115 metros de altura,  como un recuerdo latente, ya 
que está conformada por montones de escombros artificiales de la II Guerra mundial.
La arquitectura de la ciudad refleja las heridas de su historia más reciente. Devastada por completo durante la Guerra, Berlín mira a través de la Puerta de Brandenburgo al progreso. Sede de las más prestigiosas universidades y centros de innovación, se ha convertido en el paradigma del futuro.Pero la ciudad no esconde sus heridas. El muro de la vergüenza, víctima de la división política, separó tres millones de familias e ideas, de sentimientos y doctrinas. El propio John Kennedy reconoció que era “una solución poco elegante, pero mil veces preferible a la guerra”.
Los 120 km que separaban las dos Alemanias, fueron forjando el Berlín actual, “la ciudad del diseño” que sonríe a la multiculturalidad.
Atrás quedan ya los capítulos negros de su biografía. Atrás queda la soledad de una ciudad incomprendida.
El pasado merece la pena recordarlo, sólo cuando sirve para reiventarse.


22 de abril de 2012

Tesoro panameño


En la costa sudoeste de Panamá, protegido por el golfo de Chiriquí emerge, alejado de miradas indiscretas, el Parque Nacional de Coiba. Un grupo de treinta y ocho islas que conforman un espectáculo natural, donde todavía, puede soñarse con experiencias distintas.
Gracias a su pasado como colonia penal, los recursos del Parque ofrecen con generosidad todo su esplendor, ajenos a las huellas históricas de la codicia. Cada una de las islas ofrece una diversidad ecológica y marina que las ha llevado a convertirse en Patrimonio de la Humanidad, acunadas por bosques de madera tropical y playas de arena blanca.
El exponente de esta vida silvestre es la Isla de Coiba, que con sus 50 hectáreas, representa la mayor extensión del Parque. De su corazón montañoso nacen diversos cauces de agua dulce que transcurren entre la selva tropical, antes de confundirse en el océano. El extremo norte de la isla es el más accesible pero no por ello menos exótico. Multitud de intrépidos buceadores han convertido esta zona en un lugar poco apto para cardíacos. Bajo las pacíficas aguas del océano hombre y tiburón, osadía y poder, comparten silencio sobre un manto de estrellas de mar.
Por su parte, el extremo sur se resguarda con su abrupto oleaje de curiosas intenciones. Paraíso de surfeadores y especies salvajes, sólo puede accederse a él gracias a la proximidad de otras islas.
Pero el secreto mejor guardado se encuentra en el lado este, en la conocida como Bahía de las Damas. Sus aguas protegen uno de los arrecifes de coral más extenso y desde tierra, pueden avistarse grandes grupos de ballenas y delfines que merodean la isla empujados por las corrientes y mareas cambiantes.
Un espectáculo señorial donde las fuerzas de la naturaleza se entremezclan en un entorno tan poderoso como frágil.

15 de abril de 2012

La perla del Adriático

A orillas del Mar Adriático, se debate entre la encrucijada de los Balcanes uno de los rincones  más bonitos de Europa, Dubrovnik. Situada al sur de Croacia, de ella se dice que posee una belleza tan espectacular como cualquiera de las islas helenas y es que aquí, todo está por descubrir.
Dubrovnik está rodeada de murallas y fortificaciones que sirven de frontera entre las montañas y el mar. Con sus tejados rojos y  baldosas blancas, la ciudad parece invitar a perderse por unas calles vetadas al bullicio. Sus imponentes miradores permiten avistar algunas de las mil islas que componen Croacia, como Sipan, Lopud o Kolocep, remansos de paz al abrigo de aguas límpidas.
Las múltiples iglesias y conventos renacentistas que dibujan la ciudad, enseñan al visitante los vestigios del terremoto del siglo XVII y de la “primavera croata”, recuerdo incómodo de la lucha por la independencia y por su propia identidad.
Pero Dubrovnik no es una ciudad nostálgica, sino que emana pasión por todos sus rincones. En el casco antiguo se celebra todos los veranos uno de los festivales más aclamados del mundo, cuarenta y cinco días de fiestas, teatro, conciertos y  juegos, que reúnen a miles de personas al abrigo de las murallas.
Tradiciones y arquitectura, que muchos han querido comparar con la cercana Venecia. Y quizás tengan razón,  Dubrovnik ofrece esplendor y discreción a partes iguales.
Cuerpo veneciano y corazón eslavo.

1 de abril de 2012

Pasión con mayúsculas

Silencio negro y explosiones de júbilo primaveral. Medianoche al cobijo de mantones bordados y aroma de azahar. Pasión en Sevilla, saeta de Dios.
Desde hace más de 400 años se repite el mismo solemne ritual. La estrategia contrarreformista de la iglesia ha dejado paso a un fervor popular, que se repite en diferentes ciudades, pero en ninguna ha alcanzado tanto esplendor como en Sevilla.
A lo largo de una semana, ciento veintidós pasos caminan por las calles impulsados por el racheo de héroes invisibles. Siete días y siete noches donde la magia se detiene en las tallas de grandes artistas. Mañanas de aplausos que hacen  vibrar varales y coronas. Tardes de gritos desgarrados desde los balcones. Embrujo de incienso que provoca ensoñaciones durante la Madrugá.
Toda la ciudad se echa a la calle al ritmo de tambores. La devoción se transforma en lluvias de pétalos y sobrios penitentes. Es la semana grande, las puertas de la ciudad se abren para reivindicar, “Toda Sevilla un cielo”. Apoteosis y nudos de garganta.
Los sevillanos, tienen alma barroca.

25 de marzo de 2012

Vilamoura

Vilamoura. Suite en hotel de cinco estrellas con vistas al mar.
Bienvenida de flores, champán y fruta fresca.
Murmullo de olas al despertar,  atardeceres de lágrimas de sal.
Burbujas de agua, pasos entre las rocas
Y por supuesto ……Tú.                                                                                                                   

18 de marzo de 2012

Sueños blancos en el Valle del Jerte

Intensos días de sol, frescos amaneceres, cielos translúcidos y despertar de flores. El paisaje se transforma  para saludar la llegada de la primavera. Para disfrutar de este maravilloso fenómeno uno de los mejores sitios que se pueden visitar es el Valle del Jerte.
Situado entre dos cadenas montañosas dentro del macizo de Gredos y bañado por el río que le da nombre, el Valle del Jerte es una de las comarcas más características de Extremadura. Compuesto por once municipios, su actividad productiva está centrada fundamentalmente en el cultivo del cerezo, especie que además de servir de motor económico de la zona, alumbra en estas fechas uno de los mejores paisajes naturales:La floración de millones de cerezos que van cubriendo con un manto blanco las áridas colinas extremeñas.
Con el despertar de las flores, los habitantes de los pequeños pueblos que conforman el Valle, se engalanan para celebrar sus fiestas tradicionales. De esta forma, la orografía escarpada con exorno de casas de mampuesto y adobe, se sacude el silencio invernal. En ese momento turistas y lugareños se confunden entre las múltiples rutas que abrazan el Valle y que se extienden hasta la Garganta de los infiernos, donde los  pilones o pozas naturales, convierten el agua en silenciosa protagonista.
Un recorrido entre montañas y riberas, donde la naturaleza dibuja sensaciones encontradas. La fuerza de bosques y manantiales, enfrentados a la delicada  textura de los cerezos en flor.

11 de marzo de 2012

Carácter porteño

Argentina es conocida por  el contraste de sus paisajes. De norte a sur podemos encontrarnos con exuberantes cataratas, kilómetros de tierra deshabitada o glaciares, pero también con un mosaico de cultura que transpira a lo largo de su extenso territorio.
La sierra de la plata, como la conocían los primeros exploradores europeos, es el segundo territorio más grande de América Latina y el octavo del mundo. La cabecera del país está presidida por un paisaje casi selvático, mientras que en el sur el glaciar Perito Moreno de la Patagonia domina la orografía dejando paso a más de 4.600 kilómetros de playas y acantilados. Al oeste emerge espectacular el Aconcagua y al este rivalizan en belleza las cataratas de Iguazú. Naturaleza salvaje e indescriptible en el cono sur.
Pero a pesar de sus espectaculares paisajes, la seña de identidad de Argentina es sin duda su capital. A ritmo de tango despierta  cada mañana Buenos Aires, ecléctica, apasionada y orgullosa. De corazón literario y cuerpo futbolero, la ciudad porteña ejerce una enorme influencia sobre todos los aspectos de la vida nacional. Su evolución ha estado marcada por las diversas corrientes migratorias y ello ha conformado un mosaico de edificios neogóticos y de estilo art decó que conviven con imponentes rascacielos.
Pero Buenos Aires es, sobre todo, el mejor exponente del carácter argentino. Castigada por los avatares económicos, su egocentrismo le impide doblegarse y todavía pueden encontrarse acervos nacionalistas en los bares notables, cuna de intelectuales y artistas, donde se debate con acento suave y meloso sobre las crónicas que el Clarín ofrece a los lectores ávidos de revolución. También, donde se recuerda a Jorge Luis Borges recitando los versos con los que definía su patria imperfecta.
“Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos”. 

26 de febrero de 2012

Magia helada

Observar la aurora boreal es un momento mágico que te dejará sin palabras. Aunque pueden verse en toda Noruega, los mejores lugares están por encima del Círculo Polar Ártico. El cinturón de auroras boreales entra en el Norte de Noruega por las Islas Lofoten y sigue costa  arriba hacia el Cabo Norte. Esto significa que ningún otro lugar en la tierra ofrece una oportunidad mejor de avistarla y cualquier otro lugar del mundo, pasaría inadvertido en ese momento.
La mejor época para observarlas es entre el equinocio de otoño y el de primavera y su mayor frecuencia se registra entre las seis de la tarde y la una de la madrugada. Pero hay que tener paciencia, porque  si algo caracteriza a la aurora es que es caprichosa e impredecible. Pero cuando llega, el tiempo se para. El frío deja paso a un espectáculo visual único que cubre el cielo de colores helados. Una experiencia maravillosa que se adentra en la memoria y modifica todo lo vivido. Irrepetible.

18 de febrero de 2012

Tras las máscaras venecianas...

En el Siglo XVII, mientras buena parte de Europa intentaba sacudirse el feudalismo medieval, en un rincón del continente, las desigualdades sociales se difuminaban durante unas semanas. Ricos, pobres, aristócratas y plebeyos camuflaban sus identidades tras las máscaras venecianas. Es tiempo de Carnaval.
El Carnaval de Venecia tiene su origen en las fiestas Bacanales y Saturnales del Imperio Romano, donde los excesos eran más que habituales y requerían el uso de antifaces para disfrutar sin miedo a ser reconocidos. De esta forma las máscaras se convirtieron en un elemento democratizador, las clases humildes se sentían en igualdad de condiciones que las más poderosas y éstas, se liberaban durante unos días de las ataduras morales propias de la aristocracia.
La ciudad conforma el marco idóneo para disfrutar de la fiesta. Inspiración de pintores, músicos y escritores, Venecia despierta sobre un archipiélago de más de cien islas, bañadas por el mar Adriático y conectadas entre sí por  400 puentes. La entrada al tráfico rodado sólo está permitida hasta el Piazzale Roma, a partir de aquí, el vaporetto  y sobre todo las góndolas, toman el protagonismo para desplazarse por la ciudad de los canales.
La propia estructura urbana forma parte de la idiosincrasia del Carnaval. Multitud de calles, canales y patios sinuosos conforman un entramado oscuro que provoca la desorientación del visitante. No es difícil imaginarse por sus callejuelas a personajes anónimos encantados con la confusión. Quizás la mejor alternativa para orientarse sea seguir las huellas arquitectónicas de Pietro Lombardo o Sansovino, que nos conducirán a la espectacular Plaza de San Marcos, de quien Napoleón dijo “que era el salón más bonito de Europa”.
El gran canal, alma y corazón de Venecia, alcanza su mayor protagonismo cuando se pone a los pies del Puente de Rialto, por donde Tiziano, Tintoretto o Sebastiano del Piombo, paseaban buscando inspiración  al abrigo del mecenazgo eclesiástico y comercial.
Todos ellos sin duda, se enfundarían durante estas fechas sus máscaras decoradas y se perderían por las calles en busca de evasión y libertad y un poco de picardía.

12 de febrero de 2012

Un mundo de contrastes en menos de 500 km

A pesar de ser uno de los estados más pequeños de Europa, con una superficie de 468 km, Andorra esconde entre su espectacular orografía montañosa, todo un mundo de contrastes.
Es el único país del mundo donde el idioma oficial es el catalán, cuenta con dos jefes de estado a la antigua usanza, uno representa el poder político (el presidente de la República francesa) y el otro el poder religioso (el obispo de Urgell), no pertenece a la UE y tradicionalmente, ha sido el paraíso fiscal de españoles y portugueses.
Pero al margen de cuestionamientos políticos y económicos, Andorra, con un 10% de su territorio considerado patrimonio histórico por la Unesco, es todo voluptuosidad. Desde los Lagos de Tristania hasta la estación de esquí de Vallnord, el paisaje es sorprendente. El  agua glaciar de los lagos ofrece desde los picos nevados diferentes reflejos verdes y azules que asemejan un arco iris invernal, y desde el pico más alto de Ordino, el frío y el silencio personifican la majestuosidad de las montañas.
Su capital, Andorra la Vella, rompe con los cánones establecidos. Es la ciudad más pequeña del Principado y al mismo tiempo, la más poblada (40 de los casi 66 mil habitantes viven allí) y en su superficie conviven los edificios más progresistas con las iglesias románicas más pequeñas. Diferentes estilos, diferentes alturas pero una única tradición.
La ciudad ofrece además una animada vida comercial. La exención de impuestos es el mejor reclamo para los turistas ávidos de adquisiciones a buen precio, aunque hay que recordar que hay unos límites establecidos y sobrepasarlos supone un pago adicional.
Y así, entre valles escarpados y tiendas, entre cascadas y restaurantes, entre naturaleza y consumismo recibe Andorra a sus visitantes. Multitud de contrastes dentro de uno de los países más pequeños del mundo, el joven principado.

4 de febrero de 2012

Piérdete conmigo en Rapa Nui

Hay una isla en medio del pacífico donde durante dos semanas se celebrarán las fiestas más singulares del mundo. Un lugar donde la belleza natural y el exotismo están presentes a partes iguales, donde el reloj se para y el mundo gira en dirección opuesta. Bienvenidos a Rapa Nui.
También conocida como Isla de Pascua, Rapanui, es una isla chilena ubicada en la Polinesia. Con una población que no llega a los seis mil habitantes, este pequeño oasis se ha convertido en uno de los destinos más codiciados por los turistas y no es para menos, ya que como la propia traducción de su nombre indica, Rapa Nui, es “el ombligo del mundo”.
Durante la primera quincena de febrero, los pascuences celebran el tradicional Tapati, un espectáculo cultural donde las competiciones de pintura, danza, cánticos y carreras de troncos bananeros, muestran el lado más folclórico de la población. Todo hecho a la manera de sus antepasados, como si la máquina del tiempo se detuviese aquí todos los años en estas fechas. La tradición convertida en placer efímero.
Pero no sólo de Tapati presume Rapa Nui, la seña de identidad más auténtica de la isla está personificada en los “moais”, unas esculturas que reciben al visitante con expresión impávida y pétrea. Representan a las deidades locales y su construcción sigue siendo a día de hoy, todo un misterio. Los moais, que pueden llegar a alcanzar las 180 toneladas, reposan sobre un pedestal llamado “Ahu”. Aunque está prohibido subir a ellos, en Isla de Pascua todavía recuerdan a un turista finlandés que le rompió un trozo de oreja a una de las esculturas (tampoco él habrá olvidado los 12.000 euros que pagó de multa).
Otra de las maravillas que ofrece la isla es el volcán de Rano Kau, una espectacular caldera, que saluda al mar desde su fondo de basalto. Otros dos volcanes más dominan el territorio en términos de volumen y superficie, aunque en realidad pueden encontrarse diversas erupciones volcánicas por todo el terreno.
Todas estas características convierten a Rapa Nui es un espectáculo visual insólito, aunque sin duda, el mayor atractivo siguen siendo sus playas. Paraíso de aguas cristalinas y acantilados vírgenes que invitan a perder la mirada. El lugar perfecto para sentir cómo el tiempo, se ha quedado enredado en las rocas.

29 de enero de 2012

Entre europeos y bereberes

La historia de Marruecos, al igual que la de otros países africanos, está marcada por el colonialismo. Su cultura bereber y su fe en el Islam se vieron relegadas a un segundo plano cuando en el SXX,  franceses y españoles se repartieron el territorio. En 1956, Marruecos volvió a ser  independiente, pero en su estructura quedarían  marcados de forma definitiva, los rasgos de sus conquistadores.
La figura más importante del país es el Rey, cabeza, cuerpo y alma de todo lo que atañe a su territorio. Políticamente dominante y económicamente dominador, su descendencia es tan amplia, que alcanza a todas las esferas de la vida pública.
En el ámbito familiar, la influencia de occidente se va abriendo paso lentamente. Las libertades femeninas, que han sido ancestralmente coartadas en base a la interpretación del Corán, están en manos de un  referéndum que intenta modificar el mudawana o código de familia, para hacerlo menos discriminatorio.
Pero a pesar de ese acercamiento a normas más occidentales, la cultura marroquí, tradicional donde las haya, se distingue  por sus diferencias con las costumbres europeas, sobre todo en el ámbito gastronómico. Así, antes de entrar en una casa es obligatorio descalzarse y una vez sentado a la mesa, los alimentos se cogen con la mano, pero cuidado, tiene que emplearse la mano derecha ya que la izquierda está considerada como una mano impura por ser la que ellos utilizan para el aseo. El Corán les prohíbe además tomar alcohol y comer carne de cerdo.
Todas estas costumbres están amparadas por la religión y el mejor exponente de ello es sin duda el Ramadán o mes del ayuno, durante el cual todos los hombres y mujeres tienen totalmente prohibido comer, beber, mantener relaciones sexuales o tener cambios de ánimo exagerados, desde el alba hasta la puesta de sol. El rezo es otra de las obligaciones para los marroquíes y está considerado como algo sacro, de ahí que la entrada a las mezquitas esté prohibida para turistas y visitantes.
Sobre estos dos pilares se apoyan siglos de tradición imperturbable, territorios de zocos y túnicas, que se muestran hospitalarios hacia otras culturas pero férreos ante la suya propia. Conciencia de un pueblo con sueños europeos y realidad bereber.



22 de enero de 2012

A RITMO DO FADO

Portugal es conocido por su melancolía. Tierra de fados y de poetas, pero también de emprendedores y conquistadores. El imperio portugués fue el primero y el más duradero de todos los imperios coloniales, y la  influencia posterior de numerosos pueblos como los íberos, los celtas o los romanos, ha conformado un crisol de matices que caracterizan a la población lusa. Desde el Cabo de San Vicente hasta Viana do Castelo, las huellas de un pasado multicultural recorren el país y se detienen con mayor incidencia en algunos de sus rincones.
   Lo que más sorprende de Portugal no es el estilo gótico tardío o “manuelino” que caracteriza la arquitectura, ni tampoco la belleza natural de El Algarve o El Alentejo. Lo más llamativo es, sin duda, el comportamiento de su gente. Fuera de las ciudades, las tradiciones y el folclore siguen conservándose a pesar del tiempo o quizás, gracias a él. Prendas tradicionales de color rojo y verde, trajes populares y la peculiar “samarra” (una chaqueta corta de piel), siguen siendo elementos habituales en la vestimenta local. Así como el uso del color negro durante prolongados periodos de tiempo, que determina el luto por la pérdida de un ser querido.
  La hospitalidad de los habitantes queda patente a la hora del almuerzo. El vino verde es el protagonista indiscutible de todas las comidas, mientras que el café, servido en dosis homeopáticas por su intensidad y sabor, anuncia la llegada de la sobremesa. Y es que Portugal, es uno de esos pocos países donde todavía la comida sigue considerándose un ritual.
  El lado cosmopolita tiene nombre propio, Lisboa. Capital, desembocadura del Tajo y centro neurálgico. Representa la renovación del país y al mismo tiempo su idiosincrasia. De tradición marinera y calles repletas de vida, Lisboa es la ciudad que mira al mar con esperanza de claveles.
  De norte a sur y de este a oeste, Portugal es tradicionalmente rica y culturalmente dinámica. Una combinación de pasado y presente que hay que descubrir sin prisas, a ritmo de fado.
 

15 de enero de 2012

Las entrañas gaditanas

Abrupto, verde e inesperado. Este es el paisaje pintoresco que nos ofrecen los Pueblos Blancos de Cádiz cuando nos asomamos a sus balcones. Su nombre proviene de la antigua costumbre de los habitantes de encalar las fachadas de la casas y adornarlas después con macetas de flores, lo cual conforma un espectáculo de color inigualable para la vista. Conocer este rincón gaditano, no deja  a nadie indiferente.
La puerta occidental se encuentra custodiada por Arcos de la Frontera, uno de los ejemplos más destacados de emplazamiento en altura. Ocupa la cumbre y ladera de una peña situada en el margen derecho del río Guadalete. La plaza donde se encuentra el Parador ofrece unas vistas panorámicas de la campiña y las calles por las que se accede a ella, son la mejor muestra de los trazados sinuosos que conformaban los pueblos moriscos.
  Por el lado oriental se asoma primero El Bosque, donde la naturaleza es la principal protagonista y después Villaluenga del Rosario, el pueblo más alto y menos poblado de toda la provincia, famoso por sus quesos de payoyo. Dirección norte espera Grazalema, con su  estructura  árabe de calles estrechas y empedradas, fachadas de cal blancas y tejados a dos aguas. Este pueblo sirve de antesala para acceder a Zahara de la Sierra, declarada  Conjunto Histórico Artístico desde 1983 y enclavada en pleno corazón del Parque Natural de Grazalema.
   Por el camino aparecen otros muchos pueblos singulares por su belleza  pero unidos por la misma idiosincrasia, un paisaje esculpido con pinceladas de montaña, pinsapos, rocas y pantanos. Difícil de olvidar.


Este vídeo es cortesía de Rebeca Fernández, orgullosa gaditana.

8 de enero de 2012

Desde Rusia con amor

  En esta época festiva, donde los excesos de comida y bebida  se convierten en protagonistas indiscutibles de todas las conversaciones, a muchos de nosotros se nos ha escapado en algún momento aquella expresión de "he bebido como un cosaco". La frase en cuestión, que para muchos puede ser considerada un tópico, encierra en cierto modo una parte de verdad y es que una de las tradiciones más arraigadas en Rusia, principalmente entre los hombres, es la de beber grandes cantidades de alcohol. Antiguamente se hacía para "entrar en calor", pero hoy en día se ha transformado en una especie de competición.
  Beber una botella de alcohol entre tres o cuatro personas suele ser lo normal y entre las preferencias masculinas se encuentra, como no podía ser de otra manera, el vodka, mientras que las mujeres se decantan por el champán soviético, una especie de vino espumoso. Las fiestas tienen lugar en pisos privados, donde los invitados se quedan a dormir y donde se continúa con la animación a la mañana siguiente puesto que  se entiende que las condiciones en las que se levantan tras la fiesta ( la  conocida resaca), se curan bebiendo una pequeña cantidad de alcohol.
  Pero esta tradición no solo tiene connotaciones lúdicas, sino que se ha convertido también en un signo de integración social. De esta forma un hombre que bebe pero no se emborracha es alguien  muy respetado. Cuanto más bebas sin emborracharte mayor será tu reconocimiento social. Muchas reuniones de negocio se resuelven bebiendo en común, pero cuidado con aquellos que no estén acostumbrados, puesto que se considera una falta de respeto no beber tanto como los demás o retirarse antes de tiempo. La tradición tiene su propio ritual: Cuando los vasos de todos los miembros del grupo están llenos se propone un brindis por una celebración, se chocan los vasos y se toma la bebida de una sola vez, "de un trago", porque lo contrario significa que no se apoya el brindis. A partir de ahí hay que ser un buen ruso para aguantar el ritual, pues la siguiente ronda llegará en cinco minutos y así sucesivamente. La media para un grupo de cuatro  o cinco personas puede ser de 10  a 15 botellas, así que aquellos que estén pensando en llevar a cabo una aventura empresarial en tierras rusas, antes de iniciar el proyecto, deberían quizás ir entrenando su resistencia etílica.